Los delfines
Caracteristicas generales
Caracteristicas generales
Los delfines son animales mamíferos que viven en medios acuáticos. Los delfines pertenecen a la familia de los cetáceos (dentro de la cual podemos encontrar también a las ballenas y a las marsopas) más concretamente a los cetáceos con dientes o odontocetos.
Sobre sus características físicas diremos que los delfines poseen cuerpos muy aerodinámicos con pequeñas aletas lo que les facilita la movilidad en el medio acuático y les proporciona una gran resistencia y velocidad en el agua. El tamaño medio de un delfín ronda los 4,5 metros de longitud y su peso suele estar sobre los 300 kilogramos.
Los delfines suelen vivir en sociedades de entre 6 y 100 individuos estableciendo una jerarquía de trabajo en el grupo. Gracias a dicha jerarquía los delfines son animales muy solidarios entre ellos ya que mientras unos se encargan de encontrar comida otros se dedican a la protección de la manada. Por este motivo es muy difícil sorprender a un delfín ya que, gracias a un sistema de silvidos de ultrasonidos, se comunican de forma rápida y eficiente por lo que la manada siempre está alerta. Dedican el tiempo a jugar ya que eso establece fuertes vínculos con el resto de la manada a la vez que desarrollan su musculatura y técnicas de natación.
Otro factor destacable es la escasa fuente de líquidos de la que disponen los delfines ya que éstos no beben agua dulce. Su única fuente de líquidos es la alimentación. Poseen un sistema de control de líquidos muy semejante al de animales que viven en lugares con condiciones extremas de mucho calor. Su orina es altamente concentrada (factor que favorece la poca pérdida de líquidos).
Nivel molecular
Los delfines toleran un aumento mayor en la concentración de ácido láctico en sus tejidos, lo que les permite funcionar aeróbicamente durante más tiempo. Irrigan preferentemente órganos vitales como el cerebro y el corazón, a expensas del estómago o el intestino. Practican la bradicardia, o sea, que desde que la cabeza se hunde en el agua al comenzar la inmersión, el ritmo cardiaco disminuye, logrando un menor consumo de oxígeno y por tanto un aumento en el tiempo de inmersión. Los delfines tienen una resistencia a la acidosis mucho mayor que la que poseen los humanos.El ácido láctico y el carbónico, debido a la reducción del riego sanguíneo muscular, no pasa a la sangre hasta que los animales vuelven a ascender después de la inmersión, entonces, el hígado y los pulmones eliminan estos productos. La “deuda de oxígeno” acumulada en forma de ácido láctico en el músculo de estos animales, les obliga a permanecer en superficie hasta que no ha sido totalmente eliminado.
Estructura interior de la piel: En la hipodermis hay una capa de grasa que recubre todo el cuerpo y cuyo grosor oscila entre uno y varios centímetros, según el estado de nutrición y la época del año. Esta grasa tiene una doble función: preserva del frío y sirve de reserva energética en períodos de dificultad en la captura de presas. Sobre esta capa acolchada se dispone la epidermis, que posee una consistencia muy deformable.
Nivel tisular
Las narices, convertidas en oberturas nasales o espiráculos, han tenido que desplazarse hasta la parte superior del cráneo;el diafragma ha tenido que reforzarse, y se ha tenido que suprimir cualquier comunicación entre el aparato respiratorio y el aparato digestivo para que los animales puedan comer debajo del agua sin ahogarse.
El orificio, en forma de media luna, está bordeado de labios confeccionados con un tejido elástico y rígido por músculos potentes. La obertura actúa cuando se contraen dos músculos dilatadores; la respiración es voluntaria y no un reflejo. En los delfines, la obertura nasal conduce hasta dos cavidades laterales, las bolsas vestibulares, que su vez comprenden dependencias: el conjunto se llena de aire debajo del agua y asegura el cerramiento del orificio.
Nivel de organos
Un perfecto perfil hidrodinámico: El delfín mular posee notables características hidrodinámicas: su cuerpo es ancho por delante y acaba en punta, su piel es viscosa y blanda, y su aleta caudal y su musculatura corporal le otorga un gran impulso natatorio, mientras que el espiráculo le permite respirar sin sacar totalmente la cabeza del agua.
• Oído: Casi indistinguible externamente, aunque muy
desarrollado, sirve para comunicarse con sus congéneres y captar las
vibraciones de sus presas o de sus depredadores, además de recibir las ondas de
sonar que él mismo emite.
• Espiráculo: Orificio nasal para respirar con rapidez asomando sólo un
poco el lomo fuera del agua. Bajo la piel posee una válvula que impide la
entrada de are bajo el agua; se abre al salir a la superficie, momento en que
se vacían los pulmones, produciendo el típico bufido.
• Ojos: Permite una visión tanto dentro como fuera del agua
gracias a que el cristalino se deforma ligeramente cuando se pasa del medio
acuático al aéreo, y viceversa.
• Aletas
pectorales: Corresponden a
las patas anteriores de los demás mamíferos, que se han modificado para la
natación. Su función no es propulsora, sino estabilizadora y directora, a modo
de timón.
• Aleta
dorsal: Bastante prominente, con variaciones
que permiten distinguir unos individuos de otros y curvadas hacia atrás, como
la de los tiburones.
• Estructura
interior de la piel: En la
hipodermis hay una capa de grasa que recubre todo el cuerpo y cuyo grosor
oscila entre uno y varios centímetros, según el estado de nutrición y la época
del año. Esta grasa tiene una doble función: preserva del frío y sirve de
reserva energética en períodos de dificultad en la captura de presas. Sobre
esta capa acolchada se dispone la epidermis, que posee una consistencia muy
deformable.
•Aleta
caudal: Horizontal, como en todos los cetáceos;
es un rasgo claramente distintivo respecto a los peces. La aleta caudal presenta
una hendidura central que la divide en dos lóbulos. La propulsión se logra
mediante batidos dorsoventrales de la columna vertebral hacia arriba y abajo,
que el delfín consigue gracias a su poderosa musculatura corporal. De este
modo, puede hacer prodigiosos saltos verticales
en los que todo el cuerpo sobresale fuera del agua.
• Cabeza: Presenta un “melón”, muy característico de esta
especie, y un hocico corto (en comparación con los delfines similares),
provisto de numerosos dientes, todos
muy parecidos. El delfín carece de glándulas sebáceas y sudoríparas, así como
de pelaje, pero existe un residuo: una doble hilera de pelos a ambos lados del
hocico. El melón de la cabeza provoca una perturbación que frenaría un poco el
avance bajo el agua; para evitarlo, justo detrás de la cabeza hay una depresión
(precisamente donde está el espiráculo) que corrige esta turbulencia y compensa
la resistencia del agua.
Nivel de
organismo
El delfín
sigue una estrategia reproductiva de tipo poligínico, es decir, que los machos
compiten por las hembras. Cuando llega la época de celo, las manadas se
reagrupan para facilitar el contacto con nuevas parejas. Tras una gestación
de 12 a 13 meses, nace un único hijo, que mide alrededor de 1 m de largo y que
necesita ayuda inmediata, ya que al ser más denso que el agua caería al fondo del
mar como una piedra, ahogándose sin remedio, por eso cuando una hembra va a
parir, se acerca otra para ayudarla a subir a su hijo a la superficie, donde el
contacto con el aire le estimulará para realizar la primera respiración .No hay
duda de que la comunicación entre delfines es muy compleja y que no se limita a
llamadas estereotipadas –como ocurre en tantos otros mamíferos, sino que se
trata de un auténtico lenguaje flexible que puede adaptarse a situaciones
nuevas y describirlas o interpretarlas, además los delfines distinguen las presas aunque estén lejos
.Para poder alimentarse, los delfines cuentan con 200 o 250 dientes de forma
cónica y afilados, que los ayudan a atrapar a sus presas, pero no los emplean
para masticar, puesto que solo tragan sus alimentos. El plato preferido de
estos mamíferos son los peces, calamares y algunos crustáceos, claro que hay
otros que “mueren” por el atún, a los cuales cazan en grupos rodeando a los
cardúmenes.
Esosistemas
Estos poderosos nadadores pueden ser encontrados en
todos los mares; hay aproximadamente 32 especies de delfines. Por ejemplo, el
delfín nariz de botella: son los que están a menudo en los mares abiertos.
Curiosidades
¿Los delfines pueden ver
los colores?
De acuerdo
a estudios, los delfines no pueden ver los
colores tienen una estructura totalmente diferente en el ojo a la
de los humanos y de los peces, y en realidad solo pueden ver el color Azul,
aunque pueden ver fuera y dentro del agua, son esencialmente ciegos acerca de
los demás colores, aunque sabemos que gracias al sonar pueden detectar a gran
detalle la forma de de objetos así como el interior de estos.